No hay nada como comenzar un nuevo año para marcarse una serie de buenos propósitos, ¿por qué no tratar de adquirir una serie de nuevos hábitos que además de beneficiar a nuestra salud también sean medioambientalmente responsable?

  1. Utilizar más la bici o caminar. Después de la Navidad, con sus consiguientes comilonas, el uso de la bici, además de ayudar a rebajar los kilos puestos, no contamina el medio ambiente y se ahorra en combustibles.
  2. Consumir más productos ecológicos y locales. Consumir productos ecológicos, a ser posible comprados en mercados locales es una de las medidas más saludables para el planeta, se reduce la contaminación por pesticidas y plaguicidas.
  3. Utilizar productos de higiene y cosmética ecológicos. Greenpeace nos ha mostrado la peligrosidad de utilizar productos de higiene y cosmética fabricados con productos químicos de síntesis.
  4. Reducir el consumo de papel. Imprime solo lo necesario, utiliza el correo o la mensajería instantánea y reutiliza el papel al máximo.
  5. Reciclar correctamente. Si perteneces a ese bajo porcentaje de población que aún no recicla o no lo hace correctamente, ya estás tardando. Utiliza un contenedor para los diferentes desechos domésticos y separar los residuos orgánicos para convertirlos en compost es un nuevo hábito que deberíamos incorporar. Casi la mitad de la basura doméstica es materia orgánica por lo que su separación y posterior reciclaje es indispensable a la hora de disminuir los costes económicos y el impacto que la basura tiene en el medio ambiente.
  6. Sustituir el papel por la tela, siempre que sea posible. Utilizar elementos reutilizables en lugar de los desechables no sólo ayuda al medio ambiente, sino a nuestro bolsillo. Se pueden cambiar servilletas y pañuelos de papel por los de tela, pañales desechables por pañales de tela.
  7. Desconectar los aparatos eléctricos si no se están utilizando.