Si vives en una gran ciudad donde los niveles de contaminación son preocupantes un día sí y otro también, es probable que des una bocanada profunda de aire fresco cada vez que vas al campo.

Tras este gesto puede haber un beneficio real para nuestra salud, y no por el hecho de inspirar profundamente aire limpio, sino por el potencial efecto que tienen los conocidos como ‘baños de bosque’. Esta práctica popularizada en Japón en los años 80 persigue mejorar la salud humana con paseos por la naturaleza.

El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), y el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona, están llevando a cabo un estudio para analizar el papel de los bosques como fuente de salud para las personas.

Entre los beneficios descritos de estos baños está el alivio del estrés crónico, una menor presión sanguínea o una reducción de los niveles de glucosa cerca de un 40%.

La naturaleza mejora nuestra salud

La base de esta práctica se fundamenta en los resultados positivos de diversas investigaciones que han demostrado que la exposición de nuestro cuerpo a la naturaleza disminuye el estrés, la ansiedad, el insomnio, la obesidad o la diabetes, mejoran el sistema inmunitario y reducen el estado de ánimo depresivo, entre otros. Los espacios verdes no solo promueven la salud, sino que también pueden jugar un papel muy importante en la prevención de muchas enfermedades.

Entre las instituciones que han analizado los efectos saludables de estrechar los vínculos con el aire libre está la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ésta considera que la salud va mucho más allá de la “ausencia de afecciones o enfermedades” para ser “un estado dinámico de completo bienestar físico, mental y social” en el cual actúan tanto factores genéticos como culturales, sociales, económicos y medioambientales.

El papel que los bosques en la economía y el medioambiente

A nivel mundial alrededor de 1600 millones de personas dependen de los bosques para sobrevivir, ya que proporcionan alimentos, medicinas, combustible y abrigo.

Los bosques albergan un contenido energético que equivale a unas 10 veces el consumo mundial anual de energía, , y tienen por tanto un importante potencial como recursos renovables para satisfacer la demanda energética mundial.

Los ecosistemas forestales y sus árboles respaldan la agricultura sostenible, estabilizan los suelos y el clima, regulan los flujos de agua, ofrecen sombra y refugio y proporcionan un hábitat a los polinizadores y los depredadores naturales de plagas agrícolas.

Otros beneficios esenciales de los bosques son su capacidad para conservar la biodiversidad y la salud de los suelos así como el suministro de servicios vitales como el agua limpia.

Las zonas verdes en entornos urbanos

En entornos urbanos la presencia de árboles aporta beneficios directos  e indirectos y también realizan servicios de los que la mayoría de las personas no son conscientes, incluyendo la eliminación de partículas en suspensión en el aire peligrosas para la respiración humana mediante su captura en hojas, el ahorro de energía en forma de enfriamiento y aislamiento tanto de la luz solar en verano como de los vientos en invierno, y el secuestro del carbono cuando los árboles absorben y almacenan dióxido de carbono para mitigar el cambio climático.