La complejidad del reciclaje se sitúa en aquellos productos multimateriales, por lo que más que hablar de residuos difíciles de reciclar, es necesario hablar de productos que cuando se convierten en residuos deben ser tratados para recuperar los materiales que llevan incorporados.

Pero si hablásemos de los productos más difíciles de reciclar, en el primer lugar se situarían las bolsas de plástico. No tanto por su complejidad en el reciclado, sino porque estas bolsas atascan con mucha frecuencia las máquinas y por lo tanto no son eficientes a la hora de reciclar ya que se debe estar atento a las mismas. Estas bolsas de plástico quedarán prohibidas en España a partir del 1 de enero del 2020.

En el segundo puesto se situarían los pañales. Presentan un doble problema: por un lado, están hechos con varios tipos de plásticos diferentes y, por otro, contienen residuos orgánicos. Una alternativa son los pañales lavables de tela, que aunque son más ecológicos son mucho menos prácticos que los convencionales.

Los botes de plástico se situarían en el tercer puesto de productos más difíciles de reciclar. Los botes de plástico, como por ejemplo los de algunos zumos, tienen un problema similar al de los pañales ya que en su interior se encuentran distintos materiales lo que hace que sea prácticamente imposible de separarlos.

¿Qué solución podría plantearse? El 80% de los impactos ambientales de cualquier producto se pueden evitar en la fase de diseño, pensando desde un inicio en su posterior reciclaje. Cada vez las empresas son más conscientes de la importancia del ecodiseño a la hora de desarrollar sus productos.