Sólo son necesarios una serie de pequeños cambios en nuestros hábitos diarios para favorecer la conservación del medio ambiente, unos cuantos gestos contribuirán tanto a un ahorro energético que repercutirá también en un ahorro económico.
- Con respecto al agua, es preferible ducharse en lugar de bañarse. Cerrar bien el grifo evitando el goteo.
- Para reducir la producción de residuos hay que escoger productos con poco envase, tamaño familiar y envases retornables. Reutilizar las bolsas de la compra.
- Reciclar la basura, separando el vidrio, el papel y el cartón, así como el plástico y latas del resto de la basura. Reciclar los residuos orgánicos y llevar a los puntos limpios el aceite, las pilas, equipos electrónicos y otros residuos peligrosos.
- Consumir productos de temporada y de producción local, ya que tanto la producción y el transporte de alimentos de otros lugares provoca un gran consumo energético y emisiones de CO2. Decantarse por alimentos provenientes de la agricultura ecológica y el comercio justo.
- Si se va a cambiar de coche, tener en cuenta el consumo de combustible, la clasificación energética y las emisiones del nuevo vehículo.
- Reutilizar un producto tantas veces como se pueda antes de ser enviado a reciclar, alargando así su vida útil.
- Apostar por las energías renovables. Cada vez son más comunes el uso de calderas de biomasa, los paneles solares, así como pequeños aerogeneradores. Ya que además de la rentabilidad económica y el ahorro energético, también favorecen el cuidado del medio ambiente.
Deja tu comentario