A Alejandro Santacreu, fundador de la empresa finlandesa Circular Devices, se le rompió el botón de inicio de su Iphone en diciembre de 2012. El dispositivo se encontraba en garantía, pero desde la propia compañía le negaron la posibilidad de repararlo. Santacreu descubrió que el coste de este tipo de reparación ascendía a los 160 euros, pero el botón no llegaba a los 3. La diferencia de precio estaba relacionada con el hecho de que durante la reparación se tenían que cambiar otras piezas, ya que el móvil no se había diseñado para ser reparado.

Circular Devices tiene como objetivo desarrollar un modelo licenciable de smartphone modular, el PuzzlePhone. Se trata de un terminal móvil inteligente fabricado con tres módulos básicos que encajan como en un puzzle. Se acabó lo de tirar el móvil viejo cuando necesitas uno nuevo, aquí puedes reemplazar la parte que necesites, por obsoleta o porque se haya roto, incluso el propio usuario puede hacerlo fácilmente.

La esperanza de vida de depende de cada módulo: la parte electrónica se situaría en torno a los 10 años, pero puede sustituirse antes si el usuario decide cambiar a un procesador más rápido o quiere más memoria. La batería aguantará 3 años de uso sin problemas. Y la pantalla también puede durar 10 años o más, a no ser que se rompa antes, en cuyo caso, podrá ser reemplazada.

PuzzlePhone quiere demostrar que la tecnología no está reñida con la sostenibilidad. ¿Por qué reemplazamos nuestros teléfonos inteligentes tan a menudo? La respuesta tiene mucho que ver con que su diseño no es sostenible, ya que no se ha tenido en cuenta el modelo de negocio de la economía circular. PuzzlePhone es un dispositivo diseñado y fabricado de manera que se maximice al máximo el ciclo de vida de la electrónica. El primer paso consiste en asegurarse de que puede actualizar fácilmente el dispositivo para satisfacer las necesidades del usuario o que el arreglo de un módulo o componente defectuoso sea factible.