El cuidado del medio ambiente no tiene límites y cualquier pequeño gesto puede contribuir a que la salud de nuestro planeta mejore.

Una de estas prácticas es el “plogging”, una evolución del “running” que ha dado un paso más para convertirse en un deporte de conciencia social. Se trata de una modalidad deportiva originaria de Estocolmo (Suecia) y consiste en salir a correr e ir recogiendo los desperdicios que nos vayamos encontrando durante la ruta. El término nace de la combinación entre la palabra inglesa ‘running’ y de la expresión sueca ‘plocka upp’, que significa recoger.

Esta práctica se ha ido extendiendo por diferentes países de Europa y también en Estados Unidos, donde las personas que practican esta modalidad declaran que estaban de cansados de toparse con diferentes restos, como por ejemplo botellas de agua, durante su salida.

A nivel de ejercicio, la ejecución de esta actividad no solo trae como resultado el cuidado del medio ambiente sino que también se consigue quemar alrededor de 300 calorías en 30 minutos de práctica, al combinarse correr con sentadillas para recoger los residuos. Esta modalidad deportivo-ecológica se ha convertido en un reto para ver quién recoge más cantidad de basura en menos tiempo durante su carrera. En redes sociales estos resultados se comparten mediante la etiqueta #Plogging.

Actualmente se practica en más de 100 países y se estima que cada día más de 20.000 personas “corren por el planeta”, es decir recogen residuos mientras que practican deporte.

Entre los beneficios de correr se encuentran la mejora de la resistencia, la velocidad, la capacidad pulmonar y, gracias al plogging, también el cuidado de nuestro planeta. ¿Te apuntas a practicar esta innovadora actividad?