De manera constante en está en boca de todos las terribles consecuencias que tienen para nuestro planeta el hecho de no reciclar e incrementar así los niveles de contaminación. Pues bien, en esta ocasión os mostraremos que todas esas advertencias que no paramos de escuchar son una realidad, y prueba de ello es GPGP, en inglés Great Pacific Garbage Patch, la isla de basura del Pacífico.

Se trata de área ubicada al noroeste de Hawaii que no fue descubierta hasta bien entrada la última década del siglo pasado. El origen de la gran convergencia de residuos que en ella se produce tiene su origen en la combinación de las corrientes oceánicas en el vórtice subtropical del Pacífico Norte con los vientos alisios que giran en dirección contraria. De esta forma, los residuos que se encontraban por esta zona poco a poco fueron concentrándose en solo punto, hasta formar un gran vertedero flotante.

En 1988 la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) se advertía de la existencia de esta gran concentración de residuos, pero no fue hasta 1997 que comenzó a reconocerse de manera pública que esta isla de basura del Pacífico existía.

Esta área posee un total de 1,6 millones de kilómetros cuadrados y se calcula que acumula alrededor de 80 000 toneladas de plástico. Como se encuentra en una zona alejada de las principales rutas comerciales, durante muchos años se ha mantenido fuera del foco mediático y político. 

Entre las principales consecuencias de la isla de basura se encuentran la contaminación de las aguas, del aire y la disminución progresiva y creciente de la fauna marina con el consiguiente aumento de las especies en peligro de extinción. 

La principal paradoja de esta concentración de residuos es su propia situación geográfica. Al estar ubicada en aguas internacionales, ningún gobierno tiene una responsabilidad jurídica directa en la gestión de estos residuos acumulados y por ello la inversión de recursos económicos necesarios para limpiar esa zona.

Si bien la isla de basura del Pacífico es la más grande, no es la única concentración de residuos a gran escala que existe en la actualidad. Se estima que existen otras cuatro zonas en las que se acumulan residuos plásticos: una en el océano Índico, dos en el Atlántico y una más que se localiza también en el Pacífico.