Como ya venimos señalando en el blog, el abandono de residuos en playas, mares y océanos se ha convertido en un problema global que amenaza a la biodiversidad marina. Es por ello que se ha puesto en marcha la campaña ‘1m2 por las playas y los mares’, en el que entidades, asociaciones y grupos de interés salen a las playas para estudiar y caracterizar las basuras abandonadas en nuestras costas y mares. El objetivo es recoger datos para conocer el volumen, cantidad y tipología de las basuras flotantes y depositadas en las playas, con el fin de plantear estrategias más eficientes y efectivas para frenar el littering marino.

Esta iniciativa se desarrolla en casi 70 puntos costeros de 23 provincias de nuestro país, proyecto que es posible gracias a la participación de numerosos colectivos comprometidos con la preservación de los mares y su biodiversidad. Algunas de estas entidades participantes son: la Universidad de Vigo, la Asociación Guías de Doñana, la Escuela de Buceo Ecodive, Surfriders, PROMEMAR, Ecologistas en Acción…

La Asociación Vertidos Cero y KAI Marine Services ha desarrollado la aplicación MARNOBA, una plataforma que busca recopilar, almacenar y mostrar información sobre las basuras marinas de nuestras costas y cuyos datos se integrarán en la base del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Con esta información obtenida sobre las basuras marinas, se logrará un conocimiento más profundo, no solo de la tipología de residuos que aparecen en el medio marino, sino también sobre su origen y vías preferentes de transporte y deposición.

Al hilo de esto, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha afirmado que “las aves son un indicador clave sobre la salud de los ecosistemas y, en el medio marino, llevan años dando la voz de alarma. Hemos convertido nuestros océanos en auténticos vertederos y, si no actuamos con rapidez, podemos poner las cosas muy difíciles a especies en serio peligro de extinción. Es el caso, por ejemplo, de la pardela balear, el ave más amenazada de Europa.  Una vez más, las aves nos alertan de que es necesario avanzar hacia un modelo de residuos cero”.