soberania-alimentaria

La soberanía alimentaria es un nuevo concepto que constituye una ruptura con la organización actual tanto de los mercados agrícolas como financieros. La soberanía alimentaria es la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria.

La soberanía alimentaria incide en la importancia del modo de producción de los alimentos y su origen. Resalta la relación que tiene la importación de alimentos baratos en el debilitamiento de producción y población agraria locales. Se trata, en definitiva, de practicar un consumo consciente, apoyando a los productores locales y respetando el medio ambiente.

La soberanía alimentaria busca promover políticas basadas en el respeto al derecho a la alimentación, prohibiendo la especulación alimentaria y el acaparamiento de recursos como la tierra y el agua. Se opone a la mercantilización y las patentes de los bienes comunes como son la tierra, las semillas, el agua, la tierra, los árboles, los bosques, el aire y el conocimiento. El acceso a estos bienes no debe de estar determinado por los mercados o por el capital.

Se trata de promover mercados locales diversificados basados en la solidaridad y en precios justos, y en acortar los canales de distribución, intensificando las relaciones entre personas productoras y consumidoras, en redes locales que pongan freno a la expansión de las grandes superficies de distribución.

Algunos de los principios sobre los que descansa la soberanía alimentaria son: consumo consciente, consumo de proximidad, respecto por el medio ambiente, economía social y comercio justo.