El pasado 22 de enero se llevó a cabo el Foro Económico Mundial, celebrado en Davos. De entre las intervenciones de las personalidades asistentes destacó la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Durante ésta, la presidenta dejó claro que la UE podría aplicar gravámenes a aquellos países que no colaboren en la lucha contra la reducción del CO2. 

Von der Leyen ha afirmado que Europa está dispuesta a proteger a sus empresas y sus trabajadores de la competencia desleal, en una referencia velada a China y a otros grandes emisores de carbono que no imponen suficientes restricciones medioambientales a sus industrias. “No tiene sentido que reduzcamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, si aumentamos la importación de CO2 del exterior”, ha advertido la responsable del Ejecutivo europeo. 

Además, también se ha hecho referencia a al llamado “mecanismo de ajuste de carbono en la frontera”, una de las medidas más polémicas que han sido anunciadas dentro del gran “pacto verde” (European Green Deal) con el que Bruselas pretende que la UE se convierta en 2050 en el primer bloque neutro en cuanto a las emisiones de carbono. Aunque debemos decir que de momento este mecanismo aún no ha sido aplicado, para que esto ocurra será necesaria su aprobación mediante votación de los veintisiete gobiernos europeos.

Entre las declaraciones de la líder comunitaria destacan:

“No tiene sentido que reduzcamos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, si aumentamos la importación de CO2 del exterior”.

“No es solo un problema climático, es también una cuestión de equidad, una cuestión de justicia para nuestras empresas y nuestros trabajadores. Los protegeremos de la competencia desleal”. 

“Si esto se convierte en una tendencia global, tendremos un terreno de juego equitativo a nivel mundial donde no será necesario un impuesto en la frontera”.