En la actualidad, la gran mayoría de corporaciones europeas se fijan una serie de objetivos climáticos relacionados con el área de actuación en la que cada empresa desarrolla su labor. De todas formas es necesaria una mayor concienciación respecto al tema, ya que en algunos países las emisiones no sólo no se reducen, sino que incluso aumentan.
En cuanto a las medidas que se están tomando, hay algunas que se vienen repitiendo:
-Las corporaciones apuestan por modelos de negocio que persiguen en la medida de lo posible la deforestación cero.
–El valor del agua. Aunque el 72% de las empresas coincide en que se trata de un bien escaso, sólo el 18% ha adquirido un compromiso firme para reducir su consumo. El hecho es que a pesar de que el agua es un bien escaso, su valor económico ha estado subestimado durante mucho tiempo, por lo que su gestión no había sido la más adecuada hasta ahora.
-Con respecto a la reducción de emisiones, el 54% de las empresas encuestadas han afirmado tener una serie de objetivos fijados para trabajar en esa minimización y además el 81% reporta sus datos de emisiones.
En palabras de Caterina Salb, asesora de políticas energéticas en Ecofys, “la evidencia de las propias empresas demuestra que la resistencia al clima y la adaptación han llegado a la junta directiva de las empresas. Se trata de líderes empresariales anticipando las oportunidades de futuro para obtener una ventaja competitiva en todo el mundo».
Es un hecho que el cambio climático está afectando a todas las empresas, por lo que si quieren prosperar deben adaptarse. Es importante que no sólo el ciudadano de a pie, sino que tanto la empresa privada como la administración pública se impliquen y conecten el contexto climático en el que operan e integrarlo en las políticas empresariales.
Deja tu comentario