Al igual que desde nuestros hogares podemos reducir el grado de contaminación para conseguir minimizar el daño que le ocasionamos al planeta, también es responsabilidad de las diferentes instituciones públicas aportar nuevas ideas y proyectos que contribuyan a la sostenibilidad. 

En esta ocasión os traemos un claro ejemplo de la implantación de una medida que busca concienciar a la sociedad sobre el impacto que supone para el medio ambiente el empleo de transportes no compartidos. 

Se trata de un proyecto promovido por la Comunidad de Madrid, la línea cero. Una medida inaugurada esta misma semana por el alcalde José Luis Martínez-Almeida. La línea cero, llamada así por sus cero emisiones y el cero coste para los usuarios según el comunicado facilitado por la corporación madrileña, es una de las principales medidas incluidas en la nueva Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 para cumplir con la directiva europea en materia de calidad del aire.

De hecho, el nuevo servicio funciona “exclusivamente con tecnología cero emisiones” y, por primera vez en la historia de la ciudad, es una línea comercial gratuita para los usuarios. Esta flota está compuesta por diez autobuses eléctricos Irizar ieBUS que  recorrerá más de 350.000 kilómetros al año, empleando un modelo “silencioso y respetuoso con el medioambiente” . Cuenta con una capacidad para 75 pasajeros y una autonomía de hasta 250 kilómetros en función del ciclo de conducción y las condiciones atmosféricas.

Según Martínez-Almeida la medida es “pionera y referente tanto en el sistema de transporte público, porque garantiza la movilidad diaria de millones de madrileños como en el ámbito de la sostenibilidad y lucha por la disminución de la contaminación”. 

Esta primera línea posee un recorrido entre los principales puntos céntricos de la capital. Pero, para asegurar el crecimiento del proyecto se ha anunciado que el próximo mes de marzo se incorporará otra línea, que dispondrá de un presupuesto similar a la 001 pero atravesará parte del distrito de Centro desde Argüelles hasta Puerta de Toledo, discurriendo por diversas calles discontinuas “al no existir un eje único” que permita el recorrido.