Reutilizar los residuos que generamos es la mejor manera de minimizar su impacto. Un gesto que nuestro planeta agradecerá. Es muy importante que nos paremos a pensar si podemos darle una segunda a vida a nuestros objetos antes de deshacernos de ellos en el contenedor. 

Pero puede ocurrir que en ocasiones pensemos que esa situación no va a pasar, debido a que no sabemos qué nueva utilidad pueden poseer. Pero recuerda que siempre existe la posibilidad de darle una nueva vida a los objetos antes de tirarlos, solo necesitamos un poco de imaginación. 

El concepto de reutilizar se basa en dar un nuevo uso a un material u objeto, que puede ser igual, parecido o totalmente distinto al que se le estaba dando con anterioridad. La vida útil de todos los objetos que tienes a mano será tan larga como tú quieras.

En casa, lo más importante es separar correctamente los residuos e identificar los que irán a cada contenedor y los que se pueden reutilizar. Es un sencillo proceso que ayuda mucho al medio ambiente. 

Algunos materiales son muy fáciles de reutilizar en el ámbito doméstico:

  • Papel de periódico: utilízalo para almacenar algunos alimentos como patatas o cebollas, para forrar muebles o libros o para cubrir superficies que no quieras dañar.
  • Latas de conservas: puedes hacer portalápices, recipientes para almacenamiento o macetas.
  • Botellas de plástico: antes de tirarlas en los contenedores amarillos, piensa si puedes reutilizarlas para guardar cosas, crear elementos decorativos o para darle cobijo a pequeñas plantas.
  • Botellas o frascos de vidrio: normalmente pensamos que estos residuos deben ir a una planta de reciclaje, pero antes pueden servir para almacenar comida, como macetas o como portalápices.
  • Revistas y folletos: pueden servir para forrar cualquier cosa, como decoración en muebles, paredes o para hacer collages, e incluso para limpiar superficies.
  • Cepillos de dientes: los cepillos de dientes deben cambiarse cada tres meses aproximadamente, pero esto puede suponer un gran impacto ambiental, por lo que se les puede dar un segundo uso para limpiar superficies pequeñas, rincones u objetos como zapatos o joyas.

Todos los materiales reciclables pueden pasar antes por una segunda vida útil que, además, supone un reto de creatividad que puede ser muy divertido para los más pequeños y, por qué no, para los mayores también.