Ventajas e inconvenientes de los vehículos de movilidad eléctrica
Un coche eléctrico es aquel cuyo motor es eléctrico, como su propio nombre indica, y se mueve gracias a la energía eléctrica almacenada en una batería que se recarga enchufando el coche a una toma de corriente. Tan simple como eso. ¿Sabes cuáles son sus principales ventajas?
- No producen contaminación atmosférica. Cero emisiones, los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes y su fabricación suele ser más respetuosa con el medio ambiente.
- No producen contaminación sonora. Menor nivel de ruido, vibraciones casi imperceptibles y casi no emiten calor.
- Su uso permite prescindir de combustible y así ahorrar petróleo, una materia prima que es limitada y se puede dedicar a otras materias también necesarias.
- Su mantenimiento y coste del «combustible» es mucho menor al de uno convencional.
- En la ITV no habrá que hacer la prueba de gases. Las revisiones son algo más económicas ya que se ahorra sustituciones de aceites, líquidos y filtros.
- En la mayoría de ciudades, los coches eléctricos pueden aparcar gratis en las zonas de estacionamiento regulado (zona verde y zona azul).
- Con este tipo de vehículo se puede circular por la mayor parte de las zonas limitadas al tráfico rodado por motivos de contaminación.
- Los seguros son más baratos, por motivos de prestaciones y características generales de los potenciales compradores.
- Menor posibilidad de averías mecánicas y también menor desgaste general de los neumáticos y componentes del sistema de frenado.
- Eficiencia energética entorno al 90% frente al 38% de un motor diésel medio.
Entre sus principales inconvenientes hay que destacar que:
- En la actualidad, siguen siendo más caros que un coche de motor de combustión convencional.
- Su autonomía es limitada, sirve para moverse por ciudad y alrededores, pero no para viajar. Hay que ser justos, aproximadamente al 75-80% de la población le serviría un coche eléctrico porque no hacen tantos kilómetros diarios como se piensan.
- Es imprescindible tener un punto de recarga en el garaje, pues las infraestructuras públicas de recarga son más bien escasas.
- La recarga doméstica es lenta (de 6 a 12 horas, según la potencia).