cocheelectrico

Un coche eléctrico es aquel cuyo motor es eléctrico, como su propio nombre indica, y se mueve gracias a la energía eléctrica almacenada en una batería que se recarga enchufando el coche a una toma de corriente. Tan simple como eso. ¿Sabes cuáles son sus principales ventajas?

  1. No producen contaminación atmosférica. Cero emisiones, los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes y su fabricación suele ser más respetuosa con el medio ambiente.
  2. No producen contaminación sonora. Menor nivel de ruido, vibraciones casi imperceptibles y casi no emiten calor.
  3. Su uso permite prescindir de combustible y así ahorrar petróleo, una materia prima que es limitada y se puede dedicar a otras materias también necesarias.
  4. Su mantenimiento y coste del «combustible» es mucho menor al de uno convencional.
  5. En la ITV no habrá que hacer la prueba de gases. Las revisiones son algo más económicas ya que se ahorra sustituciones de aceites, líquidos y filtros.
  6. En la mayoría de ciudades, los coches eléctricos pueden aparcar gratis en las zonas de estacionamiento regulado (zona verde y zona azul).
  7. Con este tipo de vehículo se puede circular por la mayor parte de las zonas limitadas al tráfico rodado por motivos de contaminación.
  8. Los seguros son más baratos, por motivos de prestaciones y características generales de los potenciales compradores.
  9. Menor posibilidad de averías mecánicas y también menor desgaste general de los neumáticos y componentes del sistema de frenado.
  10. Eficiencia energética entorno al 90% frente al 38% de un motor diésel medio.

Entre sus principales inconvenientes hay que destacar que:

  1. En la actualidad, siguen siendo más caros que un coche de motor de combustión convencional.
  2. Su autonomía es limitada, sirve para moverse por ciudad y alrededores, pero no para viajar. Hay que ser justos, aproximadamente al 75-80% de la población le serviría un coche eléctrico porque no hacen tantos kilómetros diarios como se piensan.
  3. Es imprescindible tener un punto de recarga en el garaje, pues las infraestructuras públicas de recarga son más bien escasas.
  4. La recarga doméstica es lenta (de 6 a 12 horas, según la potencia).