La economía circular ha dejado de ser un concepto teórico para convertirse en una necesidad práctica. Frente al modelo lineal de producir–usar–tirar, la economía circular propone reducir, reutilizar y reciclar para dar una segunda vida a los recursos y minimizar el impacto ambiental.

Pero ¿cómo se traduce esto en la actividad diaria de una pyme o una industria? En este artículo te mostramos ejemplos reales y aplicables para integrar la economía circular en tu empresa, independientemente de su tamaño.

¿Por qué adoptar la economía circular?

Aplicar principios de economía circular permite a las empresas:

  • Reducir costes asociados a materias primas y residuos.

  • Cumplir con una legislación cada vez más exigente.

  • Mejorar su imagen ante clientes, inversores y administraciones.

  • Contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

  • Ser más competitivas a medio y largo plazo.

Ejemplos reales de economía circular en empresas

1. Separación eficiente y valorización de residuos no peligrosos

Empresas industriales y comerciales generan cartón, plásticos, metales, vidrio o papel de archivo. Separarlos correctamente y entregarlos a un gestor autorizado permite su valorización como materia prima secundaria.

Beneficio: Se reduce el envío a vertedero y se transforma un residuo en un recurso útil.

2. Reutilización de embalajes o retornables

Algunas industrias optan por sistemas de embalaje reutilizable (como cajas retornables o palets reutilizables), reduciendo residuos logísticos.

Beneficio: Ahorro en materiales y reducción de la huella ambiental del transporte.

3. Digitalización de documentos para reducir papel

Oficinas, gestorías y despachos están eliminando la impresión innecesaria y digitalizando procesos internos.

Beneficio: Reducción directa de residuos de papel y menor consumo de energía y tinta.

4. Reaprovechamiento de subproductos

En sectores como la alimentación o la carpintería, muchas empresas están identificando subproductos que antes se desechaban y ahora se aprovechan en nuevas líneas de negocio o colaboraciones con otras empresas.

Beneficio: Se reducen costes y se crea valor añadido a partir de los residuos.

5. Colaboración con gestores especializados

Contar con un gestor autorizado de residuos que garantice la recogida, trazabilidad y valorización permite integrar la circularidad sin complicaciones.

Beneficio: Cumplimiento legal y mejora de indicadores ESG.

¿Por dónde empezar?

  • Revisa qué residuos genera tu empresa y si se están gestionando correctamente.

  • Identifica oportunidades de reutilización o reducción de materiales.

  • Forma a tu equipo en prácticas circulares.

  • Mide los resultados y comunícalos en tus informes ESG o memorias de sostenibilidad.

La economía circular no es solo para grandes corporaciones. Cualquier empresa, grande o pequeña, puede aplicar medidas concretas que reduzcan su impacto, optimicen sus recursos y aporten valor. Empezar por la gestión de residuos es uno de los caminos más sencillos y efectivos.