El 4 de junio entró en vigor el paquete legislativo que actualizaba las normas sobre gestión de residuos e incluía nuevos objetivos para el reciclaje, el envasado y el vertido, un elemento esencial del Plan de Acción sobre Economía Circular de la Comisión Europea.

Los países miembros de la Unión Europea cuentan con dos años para adaptar sus respectivas legislaciones a las exigencias comunitarias.

Los nuevos objetivos de reciclaje y vertidos persiguen impulsar la reutilización de material valioso en los residuos y mejorar la gestión de los residuos municipales y de los envases, convirtiendo así la economía circular en realidad.

Reciclaje

La nueva regulación establece que los Estados miembros deben destinar esfuerzos para lograr que en 2025 se recicle un 70 % de los metales ferrosos y residuos de vidrio, un 65 % de los envases, un 75 % del papel y el cartón, un 50 % de los residuos plásticos y de aluminio y un 25 % de la madera.

Los países comunitarios deberán planificar convenientemente sus estrategias con el fin de lograr que 5 años después, en 2030, se recicle un 80% del papel y el cartón, un 70 % de los envases, un 80 % de los metales ferrosos, un 75 % del vidrio, un 60 % del aluminio, un 55 % del plástico y un 30 % de la madera.

Por otro lado, también se han fijado metas para los residuos municipales, cuyo reciclado debe ser de al menos un 55 % en 2025 y lograr un 60 % en 2030 y un 65 % en 2035.

Recogida selectiva y eliminación vertederos

Además de la recogida separada que ya existe para papel y cartón, vidrio, metales y plástico, las nuevas disposiciones en esta área, incluidos los biorresiduos, aumentarán la calidad de las materias primas secundarias y su absorción. Los residuos domésticos peligrosos deberán recogerse por separado para 2022, los biorresiduos para 2023 y los textiles para 2025.

El vertido de residuos no tiene sentido en una economía circular y puede contaminar el agua, el suelo y el aire. Para el año 2035, la cantidad de desperdicios municipales desechados debe reducirse a un 10 % o menos de la cantidad total de residuos municipales generados.

Incentivos y prevención

 La nueva legislación prevé un mayor uso de instrumentos económicos efectivos y otras medidas en apoyo de la jerarquía de residuos. A los productores se les asigna un papel importante en esta transición a través de esquemas extendidos de Responsabilidad del Productor, ya que se establece que la responsabilidad que el productor tiene de un producto se extiende a la etapa posterior al consumo del ciclo de vida de un producto.

La materia de prevención de residuos cobra un protagonismo especial. Se introducen objetivos importantes como reducir en un 50 % el desperdicio de alimentos en la UE y frenar la basura marina con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en estas áreas.