El plástico es un material esencial a la hora de fabricar diferentes componentes de los productos electrónicos y eléctricos, incluidos teléfonos, computadoras, televisores y otros electrodomésticos. 

De los más de 12 millones de toneladas de desechos electrónicos que previsiblemente se generarán el próximo año en Europa (UE, Noruega y Suiza), se estima que 2,5 millones de toneladas (23%) serán plásticos.

Los plásticos representan aproximadamente el 20% de todos los materiales en equipos electrónicos y eléctricos (EEE), la mayoría de los cuales no están diseñados para su recuperación y reutilización. Bajo estas circunstancias nace el proyecto PolyCE, financiado por la Comisión Europea con el apoyo de la ONU. Este proyecto apela a los fabricantes para que rediseñen productos para mejorar la reciclabilidad de los mismos e incorporen plásticos reciclados en nuevos artículos, al tiempo que recomienda a los consumidores dar prioridad a los productos que contienen plásticos reciclados.

El proyecto, con una duración de dos años, está promovido por PolyCE (polímeros reciclados de alta tecnología postconsumo para una economía circular), un consorcio multinacional que se apoya en la colaboración de tres universidades (UN University, Bonn; University of Ghent, Bélgica; Technical University Berlin; y Universidad de Northampton, Reino Unido), organizaciones de la sociedad civil (European Environmental Bureau) y numerosas empresas, como es el caso de Philips y Whirlpool. 

El proyecto ilustra, a través de una serie de demostraciones, que fabricar equipos electrónicos y eléctricos que contengan plásticos reciclados de alta calidad es económicamente viable para los fabricantes, y los productos son tan duraderos como los que contienen plásticos vírgenes.

Además, comprar EEE que contengan plásticos reciclados ofrece muchos otros beneficios para el medio ambiente, ya que, no solo se eliminaría la presión sobre los recursos naturales y se reduciría la generación de desechos, sino que, por cada tonelada reciclada, se evitaría hasta 3 toneladas de emisiones de CO2.

La puesta en marcha de esta iniciativa es relevante para la consecución de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, especialmente el ODS 12 (consumo y producción responsables), el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y el ODS 12 (acción climática).