Es un hecho constatado que las principales causas de que el medio ambiente continúe deteriorándose a estos niveles son, en gran parte, los ritmos insostenibles tanto de consumo como de producción que se dan en los países industrializados. Ya en el año 2001 la Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario, una iniciativa de la Fundación Charles Leopold Mayer presentó un decálogo de propuestas que tienen como objetivo modificar ese modelo que no entiende de límites y que basa su economía en una acumulación ilimitada de bienes materiales.
- Promocionar el modelo de consumo responsable y estimular el debate sobre las consecuencias ecológicas y humanas de los modelos de consumo.
- Romper la idea social que asocia el consumismo con la realización social.
- Promocionar el control democrático sobre la industria publicitaria y denunciar los mecanismos psicológicos utilizados para modelar deseos y carencias.
- Incrementar la transparencia y la honestidad de la información al consumidor
- Impulsar, por parte de los poderes públicos, la promoción del consumo ético y sostenible y penalizar el desperdicio, la contaminación o la marginación social.
- Fortalecer el consumo ético en la producción de la infraestructura colectiva.
- Actuar (boicot colectivo, denuncia…) contra los bienes de consumo que promuevan la injusticia y la insostenibilidad, las empresas que exploten a sus trabajadores, animales o la naturaleza y a los productos de países que fomenten guerras y que no respeten al ser humano o al medio ambiente.
- Difundir los beneficios de los bienes de consumo benéficos, sostenibles y socialmente justos.
- Promocionar las necesidades sociales de consumo a través de la economía solidaria, difundiendo informaciones sobre las actuaciones solidarias para potenciar las opciones éticas.
- Estimular una cultura del consumo ético, sensibilizando a través de la educación y de la información.
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