¿Eres de los que piensa que eso de cuidar el planeta no va contigo o que lo del calentamiento global es un cuento? Pues nada más lejos de la realidad, recientes investigaciones relacionan el aumento de casos de enfermedad renal con el aumento del calor progresivo que se está sufriendo en todo el mundo, más concretamente en las comunidades rurales cálidas.
Según un estudio publicado en el “Clinical Journal of the American Society of Nephrology” el cambio climático aceleraría las tasas de enfermedad renal crónica causada tanto por la deshidratación como por el estrés por calor. Los resultados que arrojan este estudio sugieren que un trastorno llamado nefropatía de estrés por calor.
Estos mismos investigadores concluyeron que la enfermedad renal crónica parece estar en aumento, más concretamente en las comunidades rurales cálidas a medida que aumenta el calor de manera progresiva en todo el mundo.
Tras la realización de diversos estudios se plantea la hipótesis de que el riesgo de nefropatía por estrés por calor podría haberse incrementado debido al calentamiento global, así como al aumento de las olas de calor extremas, además está teniendo un gran impacto en los sectores de la población más vulnerables, concretamente se refieren a los trabajadores agrícolas.
Los investigadores añaden que si no se pone remedio, este nuevo tipo de enfermedad renal, que brota en los lugares más calientes de todo el planeta, y que está íntimamente ligada con la temperatura y el clima, podría erigirse como una de las primeras epidemias con origen en el calentamiento global.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerdan que la enfermedad renal crónica afecta a un 10% aproximado de la población mundial. Se trata de una enfermedad que se puede prevenir, pero que no tiene cura. No presenta síntomas hasta etapas avanzadas, cuando las soluciones (la diálisis y el trasplante de riñón) son altamente invasivas y costosas.
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