Reciclar agua es el proceso por el que convertimos agua destinada a ser desechada en agua útil. Se puede realizar a gran escala, gracias a las depuradoras que pueden limpiar el agua, o de manera doméstica con pequeños hábitos que nos ayuden a aprovechar el agua.

En nuestra vida diaria tenemos muchas oportunidades para reciclar o reutilizar agua de consumo humano. Cuando cocemos alimentos, en la ducha, a la hora de regar las plantas o el agua de lluvia, por ejemplo, son momentos en los que podemos aprovechar el agua en casa.

Es por esto que en el día de hoy te traemos una serie de consejos con los que realizarás un consumo más sostenible de este recurso.

1.No tirar el agua de las ollas

A la hora de cocer alimentos estamos acostumbrados a desechar el exceso de líquido cuando terminamos de cocinar. Una manera muy sencilla de ahorrar agua es recoger ese excedente, y, en lugar de tirarlo por el fregadero, utilizarlo para regar las plantas.

2.De la secadora a la plancha

Al utilizar la secadora se genera una condensación que resulta en agua pura, sin cal ni contaminantes. Este recurso es muy útil para planchar, para los parabrisas del coche o incluso para regar.

3.No vacíes las botellas en el fregadero

Es común dejar botellas de agua fuera de la nevera durante días, lo que provoca que se caliente y acabe siendo desagradable beberla. Normalmente, se derrama en el fregadero, desechándola. Sin embargo, se puede aprovechar de muchas maneras distintas, ya que sigue siendo agua potable: cocinar, regar, fregar, lavar… tirarla debería ser la última opción.

4.Aprovecha la ducha

Al entrar en la ducha es común dejar correr el agua hasta que alcanza la temperatura que deseamos. Ese momento supone un gasto innecesario. La solución es colocar un cubo bajo el grifo para recoger el agua fría, que además es potable, y utilizarla después para fregar los platos, cocer alimentos o para “tirar” de la cadena.

5.Recoger agua de lluvia

La lluvia puede transformarse en agua útil de manera muy sencilla. Colocando cubos en el exterior o junto a canaletas y desagües podemos conseguir cantidades suficientes para regar las plantas, lavar el coche o fregar suelos exteriores.

También existen sistemas creados especialmente para recoger agua de lluvia, que pueden instalarse sin gran dificultad y resultan muy útiles en zonas donde el clima es muy húmedo.