La Organización Mundial de la Salud ha expuesto que «La contaminación del aire, debido a las altas concentraciones de partículas pequeñas y finas, es el mayor riesgo ambiental para la salud y causa más de tres millones de muertes prematuras a nivel global cada año». Por lo que se han planteado investigar para proponer una serie de medidas que intenten frenar este problema.

¿Podrían los árboles ser parte de la solución al problema? Esta cuestión no es fácil de responder en detalle, pero dos científicos en Estados Unidos llevan años dedicados a estudiar este tema. Y sus hallazgos son sorprendentes.

Un problema particularmente grave en Europa es que el dióxido de nitrógeno proviene principalmente de los vehículos diésel. Por lo tanto, cuando la contaminación es mayor, las personas con un historial o enfermedad crónica requerirán más medicamentos, pero incluso las personas saludables sufrirán las consecuencias. Además, La contaminación ha sido relacionada por diferentes estudios en los últimos años con un mayor riesgo de enfermedades del corazón, cáncer, accidentes cerebrovasculares y demencia.

La pregunta es ¿pueden los árboles contribuir a amortiguar esa contaminación? Los árboles extraen contaminantes básicamente de dos maneras. O bien incorporan gases y contaminantes a través de sus hojas o capturan esas partículas en la superficie de sus hojas. Además, durante el día los árboles también evaporan agua, con lo que de esta manera se reduce la temperatura del aire.

El caso es que a escala pequeña la vegetación puede entorpecer la dispersión de la contaminación, ya que modifica el viento o la turbulencia al nivel de la calle. Además, es una fuente de algunos compuestos químicos como los compuestos orgánicos volátiles que pueden reaccionar después con la atmósfera químicamente y generar ozono.  Además, no podemos olvidar que proporciona a la flora un nivel de confort térmico: genera sombra, intercambia calor con la atmósfera, reduce la velocidad del viento y modifica el clima porque la vegetación contiene más humedad que las paredes, edificios etcétera.