Como consecuencia de la pandemia originada por la COVID-19, la sociedad ha comenzado a buscar la manera de gestionar todos los residuos médicos que ésta origina, especialmente en el caso de las mascarillas, dado que su consumo se ha disparado en el último tiempo gracias a la cantidad de variantes que existen. 

Una de las últimas maneras que intenta poner fin a esta situación se ha originado en Rusia. La idea se basa en poder encender lámparas con pilas provenientes de mascarillas recicladas. Un grupo de científicos rusos han buscado la forma de reciclar el material mediante la obtención de la mayor cantidad de mascarillas posibles, y a partir de su recolección, convertir este material en algo que se pueda utilizar para impresiones 3D. Al generar la transformación, se podrían imprimir pilas para una lámpara.

Generar este tipo de producto a través de mascarillas es sencillo: los residuos plásticos son uno de los grandes enemigos del medio ambiente, y ante la cantidad de mascarillas que son desechadas a diario, la solución sería buscarle un nuevo uso a las mismas. 

El producto fue hecho por científicos de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Rusia (conocido como NUST MISIS). También, colaboraron en estos proyectos investigadores de los Estados Unidos y de México, la noticia fue dada a conocer por primera vez gracias a la revista científica Journal of Energy Storage.

Aunque debemos decir que la idea se ha ido modificando con el paso del tiempo. En un principio se intentó hacer este tipo de pilas con materiales como arroz, coco, desechos de periódicos o incluso llantas de vehículos, pero el mejor resultado lo generó fue el material usado para las mascarillas. 

Cada batería tiene una densidad de 98 vatios. La batería fue capaz de retener al 82% de su carga luego de 1.5000 ciclos, además suministra energía por más de 10 horas a un voltaje de 0,54v.