El nuevo informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), titulado «The destruction of returned and unsold textiles in Europe´s circular economy», analiza la problemática de la destrucción de textiles en el contexto de la economía circular. El informe revela datos preocupantes sobre la cantidad de textiles que se destruyen cada año en Europa, sin llegar a ser utilizados.

Principales conclusiones del informe:

  • Entre el 4% y el 9% de los textiles que llegan al mercado europeo se destruyen sin llegar a ser usados.
  • Se calcula que se destruyen entre 264.000 y 594.000 toneladas de textiles al año en Europa.
  • El procesamiento y la destrucción de textiles generan hasta 5,6 millones de toneladas de emisiones de CO2.
  • Las principales causas de la destrucción son el exceso de producción (las empresas textiles producen más ropa de la que se puede vender), la devolución de los consumidores (un porcentaje elevado de la ropa que los consumidores compran online, la devuelven) y la falta de un mercado fuerte para las prendas de segunda mano (la infraestructura que existe para la reutilización y el reciclaje de textiles es insuficiente).

Impacto ambiental de la destrucción de textiles:

  • La destrucción de textiles produce emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
  • Contamina el agua y el suelo con productos químicos y microplásticos.
  • Genera residuos que van a parar a los vertederos.

Recomendaciones del informe:

  • Reducir la producción de textiles: Las empresas textiles deben producir solo la cantidad de ropa que se puede vender.
  • Promover la reutilización y el reciclaje de textiles: Se debe invertir en infraestructura para la recogida, clasificación y procesamiento de textiles usados.
  • Informar a los consumidores: Se debe concienciar a los consumidores sobre el impacto ambiental de la destrucción de textiles y fomentar la compra de ropa sostenible.

El informe de la AEMA pone de relieve la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la destrucción de textiles en Europa. La transición hacia una economía circular en el sector textil es crucial para proteger el medio ambiente y reducir el impacto del cambio climático.