La cada vez más creciente presión de los consumidores en todos los sectores ha provocado que todas las marcas estén avanzando hacia un packaging sostenible. Por lo que muchas marcas están trabajando en reducir o eliminar el plástico de sus embalajes y apostar por la sostenibilidad.

Además, se está investigando y probando nuevo materiales de origen 100% natural como sustitutivos del plástico, es el caso de la quitina, un componente que se extrae de las paredes de las conchas de los crustáceos con el que se crea bioplásticos.

Además de la apuesta de muchas marcas por el ecodiseño, hay otras que van un paso más allá y para minimizar el impacto ambiental están prescindiendo del packaging y volviendo a los orígenes de la compra a granel, lo que ahora se denomina zero-waste.

Y es que el mundo del packaging está evolucionando para encontrar un equilibrio entre vida útil, seguridad de los productos e impacto ambiental. El ecodiseño, el uso de monomateriales y el reciclado tras el consumo son algunas de las tendencias hacia las que se dirige el sector.

En una mesa redonda virtual promovida por el Centro Tecnológico AINIA bajo el título “Innovación, una oportunidad en Packaging: sostenibilidad y consumidor”. Se ha señalado que“la nueva normalidad ha confirmado que la sostenibilidad no es una moda. El futuro del packaging pasa por procesos productivos y soluciones de envase distintas, dando respuesta al nuevo paradigma de la Economía Circular”.

Ana Fernández, la directora de Innovación División Foodpack de Klöckner Pentaplast, ha apuntado que el ecodiseño se está enfocando hacia una visión más global, se trata de diseñar para reciclar y potenciar la Economía Circular, que no solo es reciclado sino la reducción del desperdicio alimentario. A su juicio “hay que diseñar para buscar la seguridad alimentaria; reducir el despilfarro alimentario, y reciclar, dirigiéndonos al uso del monomaterial y a la reducción de aditivos no necesarios, por ejemplo, los colores. Pero también es necesario diseñar para reutilizar mejor los productos que ya se han puesto en el mercado”.

Fernández considera que, además de la Administración, los gestores de residuos deben tener un papel importante en campañas informativas al consumidor. Es necesario una función formativa centralizada y con claras instrucciones. Hay que tener en cuenta que la mejora de las ratios de efectividad de la selección y del reciclado empieza por la educación del consumidor final”.