Es una realidad que, en ocasiones aunque nuestra intención hacia el reciclaje sea positiva, con nuestras acciones podemos estar consiguiendo el efecto contrario. Es decir, cuando nos empeñamos en introducir diferentes dinámicas en nuestros hogares para contribuir al reciclado no nos paramos a pensar en la raíz del problema, los residuos. 

La gran cantidad de desechos que a día de hoy generan las sociedades modernas se ha convertido en un grave problema que afecta a las generaciones futuras y, por consiguiente, pone en peligro la sostenibilidad de nuestro planeta. 

Así que, en esta ocasión os traemos una serie de consejos para intentar reducir el volumen de residuos que generamos. 

1. Apuesta por consumir productos de alimentación frescos, locales o de proximidad ya que estos se comercializan empleando poca cantidad de envoltorios. Además con ellos se ahorra en transporte y son más sanos.

2. Pon atención a los residuos que más contaminan. Productos como el aceite, medicamentos, pilas o incluso residuos tecnológicos poseen componentes cuyo proceso de reciclado es más largo. Te aconsejamos que en la medida de lo posible intentes reutilizarlos y los deposites en su correspondiente punto limpio. 

3. Dale una oportunidad al compostaje casero ya que, la mayor parte de los residuos que generamos son de tipo orgánico. De tal manera que, si tu situación te lo permite, convierte estos residuos en abono para el jardín, ahorrando y dando una segunda vida a la basura.

4. Aléjate del consumo por impulso, algo que suele pasar con bastante frecuencia. Opta por envases grandes para desechar menos y evitar utilizar productos de usar y tirar.

5. Reutiliza todo lo que puedas. Este consejo puede sonar repetitivo pero es la clave para conseguir reducir nuestro residuos. No importa el tipo de producto del que estemos hablando, con un poco de ingenio y creatividad podemos obtener resultados inesperados.

6. Por último, recicla. Es la base de todo el proceso. Separar los residuos por sus competentes y deposítalos en los contenedores correspondientes. Este es el primer paso de la cadena de reciclaje, lo que permite dar un nuevo uso a los residuos y, al mismo tiempo, reducir el impacto de la humanidad sobre el planeta.