Cuando hablamos de reciclaje, independientemente del material o tipo de producto, desde el punto de vista visual nuestro celebro asocia de manera instantánea las tres flechas que forman el símbolo del reciclaje pero, ¿cuál es el origen de éste y su significado?. 

Lo primero que debemos decir es que esta representación consiste en una cinta de Möbius dividida en tres partes que terminan en flecha y representan cada una de las tres “R”: reciclar, reducir y reutilizar. Fue descubierta independientemente por August Ferdinand Möbius y Johann Benedict Listing, dos matemáticos alemanes, en 1858.

Las tres flechas representan un ciclo sin fin, que se repite de manera infinita, como es el caso del reciclaje. Además, cada una de ellas representa cada una de las fases del reciclaje: recogida de residuos, tratamiento y compra de productos reciclados.

Aunque este símbolo, tal y como lo conocemos no sería diseñado hasta los años 70, tras la primera celebración del Día Mundial de la Tierra, aquel año, la empresa Container Corporation of America (CCA), fabricante de cajas de cartón con origen en Chicago, lanzó un concurso de diseño a nivel nacional. Era un proceso dirigido a estudiantes de arte y diseño en el que se buscaba un icono del sistema integrado de gestión de residuos. Después de recoger más de 500 opciones, el ganador fue Gary Anderson, un joven de 23 años, estudiante de Arquitectura en la Universidad de California del Sur.

Por tanto, el reciclaje se representa de manera principal mediante la cinta de Möbius, aunque no es la única representación gráfica para este proceso. Por ejemplo, existe el “punto verde”,  que también emplea las flechas como reflejo de un ciclo que se repite. Se creó en Alemania en 1991, y se extendió a todos los Países Miembros de la Unión Europea para identificar los productos cuyos fabricantes cumplen con la Ley 11/97 de Envases y Residuos de Envases. También, el “Tidyman” u “hombre limpio” , que representa a una figura humana depositando basura en una papelera. Es una manera de simbolizar la responsabilidad que tienen los consumidores de depositar los residuos que producen en el lugar adecuado.