A estas alturas prácticamente todo el mundo sabe que tanto el papel como el cartón provienen de los árboles, con lo que el beneficio de reciclar estos productos es bastante palpable, pero hay muchos más datos por los que es vital reciclar adecuadamente el papel:

  1. Ahorro de energía: La fabricación de papel a partir de papel reciclado supone un ahorro del 70% de la energía que se utilizaría si se fabricara a partir de madera o fibras vírgenes.
  2. Reducción de la materia prima consumida (árboles talados): Se calcula que si una persona reciclara todo el papel que genera durante un año, evitaría la tala de 1 árbol.
  3. Ahorro de recursos: Reciclando, se podría abastecer a la industria del papel-cartón con casi el 69% de los recursos que se necesitan.
  4. Ahorro de agua: Reciclar el papel ahorra un 80% de agua con respecto a la producción a partir de fibra virgen.
  5. Mejora la calidad del aire y el agua: El reciclaje del papel supone una disminución del 74% de las emisiones de gases y una reducción del 35% de las emisiones contaminantes del agua. Produciéndose un ahorro notable de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Si buscamos ser más precisos, se calcula que por 1 tonelada (1.000 kg) de papel reciclado:

  1. Se ahorra 4.000 KW/h de energía.
  2. Se evita como mínimo la tala de 12 árboles o 4 metros cúbicos de madera.
  3. Se reduce el espacio en el vertedero. 1 tonelada de papel reciclado equivale 3,5 metros cúbicos.
  4. Reciclar 1 tonelada de papel supone ahorrar 26 m3 de agua.
  5. En la fabricación del papel, cada vez que se sustituye 1 tonelada de fibras vírgenes por papel y cartón reciclado, se ahorran 2,3 toneladas de CO2 equivalente, lo que corresponde a recorrer una distancia de 13.501 km. El dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases de efecto invernado causante del cambio climático.
  6. Al reciclar 1 tonelada de papel obtenemos 0,9 toneladas de papel reciclado.