Tenemos solo 11 años para prevenir que los estragos del cambio climático sean irreversibles. Pasado ese plazo, si no se limita el aumento de las temperaturas en 1,5º no habrá vuelta atrás y los efectos directos, como la pérdida masiva de biodiversidad, eventos climáticos extremos o el derretimiento de los polos, no tendrán remedio. Pero, ¿qué podemos hacer en nuestro día a día para poner nuestros granito de arena? Y es que más allá del reciclaje existen otras muchas medidas que podemos llevar a cabo en nuestros hogares.

  1. No viajar en avión, es el medio de transporte más contaminante tanto por kilómetro como por pasajero. 
  2. Comprar productos en tiendas de segunda mano para no producir más, como por ejemplo Wallapop. Para mitigar la crisis climática hay que implementar una economía circular que consiste precisamente en eso, en crear un modelo económico en el que se le dé una segunda vida a los productos y se aprovechen al máximo los recursos naturales invertidos.
  3. Evitar el plástico en la medida de lo posible. ¿Cómo? Comprando alimentos a granel y, si es posible, teniendo un huerto en casa, lo que además contribuye a reducir las emisiones asociadas a la producción y transporte de productos.
  4. Hacer compras conscientes, mirando bien las etiquetas de los productos. Se trata de ser consumidores responsables a todas las escalas. Fijarse en dónde y cómo está fabricada la ropa, ya que el sector textil está marcado por unos altos índices de emisiones y un excesivo consumo de agua.
  5. Evitar poner la calefacción o el aire acondicionado. Solo la calefacción supone el 46% del consumo energético de los hogares españoles, es la factura más grande y bajarla un par de grados es lo que marca la diferencia. No hace falta estar a 27ºC o 28ºC grados en invierno, con 21ºC es suficiente. Al igual que no es necesario poner el aire a 18ºC en verano. Para mantener la casa fresca, se deben cerrar las ventanas y persianas a cal y canto durante el día, y abrirlas por la noche, cuando bajan las temperaturas
  6. Aprovechar el verano y las olas de calor para concienciar sobre el cambio climático.