En un post anterior, te explicamos que la correcta gestión de residuos es crucial para preservar el medio ambiente, reducir la huella de carbono y garantizar un futuro sostenible. Además, te facilitamos una serie de útiles consejos para lograrlo.
Ya sabes que el color del contenedor indica qué material debe depositarse en él; así como también sabes que el aceite o las pilas tienen puntos limpios designados. Sin embargo, es posible que te preguntes si debes tirar todos los plásticos en el contenedor amarillo, si un espejo es vidrio o si el papel encerado cuenta como papel.
Por ello, es importante conocer los diferentes subtipos de los materiales y dónde depositarlos, ya que algunos contienen pequeñas cantidades de elementos no reciclables o pueden ser donados, como los juguetes, biberones, chupetes o libros.
A continuación, te proporcionamos un útil resumen:
- Papel reciclable: periódicos, revistas, cartas, sobres, papel o bolsas de papel, tarjetas, e incluso, páginas amarillas.
- Papel no reciclable: revistas o magazines (acabado satinado), celofán, papel fotográfico, pegatinas, libros de tapa dura o ediciones de bolsillo, servilletas, papel encerado o de calco.
- Cartón reciclable: cajas, envases o cajas de comida o de pizza limpias, rollos de cartón de papel de cocina.
- Cartón no reciclable: tetrabriks, embalajes o elementos de protección como plástico de burbujas o poliestireno.
- Plásticos reciclables: botellas de agua, refrescos y zumos, envases de productos de limpieza y cosmética, bandejas y bolsas de plástico (siempre que estén limpias y vacías), tuberías de PVC.
- Plásticos no reciclables: envases con metal, papel o cartón pegados, utensilios de cocina, cepillos de dientes o artículos de higiene personal, CDs y DVDs.
- Residuos metálicos reciclables: latas de aluminio y acero, envases de aerosol, bandejas de aluminio para hornear.
- Residuos metálicos no reciclables: utensilios de cocina como sartenes, baterías o pilas, llaves, clavos, tornillos, dispositivos electrónicos.
- Residuos orgánicos reciclables: restos de comida, hojas, ramas, césped cortado.
- Residuos orgánicos no reciclables: pañales, papel higiénico, toallas sanitarias, productos de limpieza como desinfectantes, medicamentos.
- Vidrio reciclable: tarros, frascos, botellas.
- Vidrio no reciclable: ventanas, espejos, vasos, ceniceros, bombillas, cerámica, vitrocerámicas, tapas o envases con medicamentos, gafas.
Reciclar es una cuestión colectiva; tanto de los individuos, como de las empresas y gobiernos. No olvides que estaremos más que dispuestos a ayudarte con la gestión de los residuos de tu empresa. Juntos, con pequeños esfuerzos, podemos hacer una gran diferencia para preservar nuestro planeta.
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